Intercambios

Florencia Rivarosa

25/07/2012
Hola! Me llamo Florencia, tengo 19 y viajé a Fossano en Enero de 2010. Primero aprovecho la oportunidad para agradecer a todos los que hicieron esto posible, principalmente a mis papás y hermanas que me dieron la confianza y el apoyo para viajar a pesar de tener sólo 17 añitos (gracias!! Los quiero mucho), y un gracias enorme a Ana María Fontanet, mi "super" profe de Italiano que logró en poco tiempo, con muucha paciencia y horas de clases, enseñarme todo lo que necesitaba (y más) de este bello idioma que aprendí a amar.

Ir a Italia fue realmente increíble, de esas cosas que te marcan para siempre; más allá de conocer el precioso país, su cultura (que no está tan lejos de la nuestra) y su gente.
Lo que me llevo para siempre son las personas que formaron parte de mi vida durante el trayecto del mismo. Encabezando la lista está mi queridísima familia italiana, la famiglia Gallo (mamma Maria Teresa, papá Matteo, sorella Milena y fratello Emanuele) dueña de una hermosa casa en el campo que fue mi hogar, y no un simple alojamiento, en el cual me sentí muy pero muy acompañada por todos, no se cómo agradecerles el cariño y la solidaridad, sé que estar tan lejos de casa no fue un problema gracias a ellos. Me encanta saber que tengo una segunda familia del corazón en otra parte del mundo con la que puedo contar para siempre (un graciaaas y un besote para ellos también). Además pude conocer muchos italianos y argentinos, como los que viajaron conmigo o los que encontramos viviendo allá, que quedarán en mi memoria eternamente.

Nos pidieron que contemos alguna anécdota, la verdad es difícil elegir cuando tengo semanas llenas de ellas?Las más graciosas tuvieron que ver con el transporte que nos jugó malas pasadas, ahora las recordamos con risa pero nos hicieron transpirar en su momento, cuando recorrimos por una semana las ciudades más sorprendentes que vi en mi vida. Una vez, casi perdemos un tren nocturno (con camas y todo, no muy barato como para comprar otro pasaje) con el que íbamos a ir a Venecia desde Roma. El problema se presentó cuando, después de estar casi una hora antes en la estación de trenes para prever posibles problemas de tiempo, nos dimos cuenta que el aviso de nuestro viaje no salía en ninguna pantalla de información. Después de mirar las teles por media hora sin ningún resultado y a muy pocos minutos de la partida, uno de los chicos se avivó, miró el boleto del tren y descubrió para nuestra sorpresa y horror, que estábamos en la estación equivocada! Es imposible describir: la corrida monumental con bolsos hasta el metro, la compra desesperada de los boletos (en unas máquinas que por supuesto nadie sabía usar, sin empleados que nos ayuden porque era tarde), los minutos que se pasaban y nosotros arriba del metro rogando llegar a tiempo. Una vez que nos bajamos corrimos a toda velocidad (otra vez!), además nos cruzamos con un señor que quería instrucciones (muy oportuno) y no sabíamos como en medio del caos explicarle que nos teníamos que ir yaaaa!!. Al final llegamos justito, esperamos unos minutos sin aire y con el corazón a mil por hora. Para cerrar con moño y todo, cuando me despierto a la mañana para bajar a Venecia me doy cuenta que no tenía mi bolso en la cabina en la que viajábamos!! (con ropa, plata, etc), por suerte la seguridad en Italia no se compara con la nuestra y el bolso viajó tranquilo toda la noche en el principio de un vagón (donde la gente sube y baja del tren). Un susto tremendo. Como esa, pasaron muchas más, casi perdemos varios trenes así que estuvimos corriendo bastante en esos días jaja.

Quiero agradecer a la Municipalidad por la oportunidad y al Comune di Fossano que estuvieron atentos en todo, en especial a Silvio Bessone de parte de los cuatro que fue nuestro "chofer", nos buscó en Milano a la ida y después nos llevó a recorrer la zona (también un gracias para él que nos mostró los pueblitos de Moretta y Scarnafigi donde nacieron mis tátara abuelos), y por último nos llevó a Milano, en medio de una graan tormenta de nieve, para tomar el avión de regreso a la Argentina. Además un agradecimiento especial a la Comisión para la Hermandad Rafaela-Fossano que fue la que realizó el proceso de selección de los chicos que aspiraban a viajar; la comisión junto con la Municipalidad trabajan a diario para fortalecer y mantener este vínculo tan especial con Fossano y hacer posibles estos intercambios (buscar familias que nos alojen y realizar convenios con la escuela para evitar el cobro de la matrícula, gracias otra vez a todoos!).

A todos los que se les presente la alternativa de viajar, no lo duden ni un segundo!!, el sacrificio de aprender el idioma vale la pena, yo les aseguro que no se van a arrepentir jamás y nunca nunca se van a olvidar de mi querida Italia.







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Municipalidad de Rafaela
 
Ciudad de Fossano